En el almuerzo AMMDE del pasado 14 de abril tuvimos el honor de contar con Dña. Rosa Urbón, Directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, como invitada. Asistió acompañada por Dña. Begoña Suárez Suárez, Subdirectora General para el Emprendimiento y la Promoción Profesional de las Mujeres. Dos invitadas de lujo con que las 37 asistentes al almuerzo pudimos compartir e intercambiar ideas. Desde aquí os damos las gracias a todas por hacer de estos encuentros mensuales una cita imprescindible en el calendario del liderazgo femenino y sus foros de debate.
Durante su interesante alocución, Dña. Rosa quiso recalcar la importancia del movimiento asociativo de mujeres, imprescindible para dinamizar las estrategias y los programas que se diseñan desde la Administración. Según sus palabras, las asociaciones tenemos que ponerles deberes a los políticos. Ella ha venido a esta cita a aprender, a saber cuáles son las necesidades y las prioridades de las mujeres que trabajan duro y emprenden con gran ilusión.
No hay que olvidar las cosas que ya se han conseguido, metas muy importantes que se han alcanzado en las últimas décadas. Una de las mayores revoluciones ha sido la masiva incorporación de las mujeres a la educación superior. Hemos hecho el esfuerzo de prepararnos, muchas de nosotras con la ayuda y el empuje de nuestras madres, a las que debemos un enorme reconocimiento.
Pero las mujeres lo seguimos teniendo difícil. La tasa de paro es más alta entre la población femenina, la brecha salarial sigue existiendo. Una de las razones por las que las mujeres cobramos menos es por la segmentación vertical, es decir, hay mayor presencia de mujeres en sectores históricamente menos valorados y remunerados (sanidad, cuidados…). Por otro lado, tanto la conciliación familiar como la corresponsabilidad continúan en estado precario. El 98% de las excedencias para cuidar de los niños son de mujeres.
En el ámbito empresarial, cabe señalar que el 30% de los empleadores son mujeres. La dimensión económica de sus empresas es menor. Sin embargo, las autónomas están resistiendo mucho mejor la recesión económica. El 96% de las bajas de autónomos corresponden a hombres.
Los techos de cristal siguen estando ahí, pero para romperlos hay que poner de manifiesto la clara vinculación entre diversidad y productividad. Las mujeres estamos imponiendo un nuevo modelo de liderazgo y cambiando las estructuras de la empresa. Se ha calculado que si los equipos de las empresas estuvieran balanceados, se incrementaría entre un 13% y un 14% el PIB europeo. Por eso, la igualdad, no sólo es un derecho por principio, sino que conlleva importantes implicaciones económicas.
Desde el IMIO se están impulsando varias iniciativas, como el Programa de Apoyo a las Mujeres Emprendedoras, que desarrollan con las Cámaras de Comercio. El próximo 4 de mayo presentan una nueva fase de este programa, fomentado la internacionalización de las empresas.
Rosa insiste en que necesitan el apoyo y la colaboración de la ciudadanía, de las asociaciones, que les lleguen las iniciativas e ideas.