Cada día nos gustan más los afterwork y cada uno supera al precedente, pero con el de ayer dejamos el listón muy alto. Por asistencia record, por intensidad en la participación y por flujo de ideas, nuestro encuentro de septiembre dedicado al emprendimiento de las más jóvenes fue todo un éxito.
Nuestra invitada estrella María Pozo, a la que conocimos a través de las páginas de El País Semanal, nos presentó su “PROYECTO GOLIAT”, una plataforma en línea en la que quiere englobar todas las clases que conforman el bachillerato. Con su tesón y entusiasmo, y con las buenas ideas y apoyos que recibió ayer, estamos seguras de que lo conseguirá. Uno de los pensamientos que nos transmitió es que los errores y las caídas son una parte del emprendimiento, por lo tanto cuanto antes emprendas, mayor capacidad de resiliencia.
Sandra Campo nos presentó su proyecto “ESPACIO MAZEDONIA”, una combinación de canal de intercambio, escuela y cafetería con comida casera y ecológica. Esta apasionada de la artesanía está buscando materializar un espacio físico en el que compartir su sueño y crear un punto de encuentro e interconexión para el mundo de los artesanos.
Por su parte, Rocío Hernández ya tiene su propia web “ERREACHETE” en la que vende objetos de joyería creados y realizados por ella misma. Desde su cuenta en Instagram, en la que cosechado más de 8000 seguidores, dio el paso hacia la consolidación con esta página, desde la que está vendiendo muy bien en todo el mundo.
No pudo asistir, pero María Benítez nos mandó su idea “IMAGINA PUBLICIDAD”. Centrada en la creación de packaging y merchandising, esta empresa aún en proyecto busca la originalidad, la diferencia y, sobre todo, el cuidado personalizado del cliente. Su aspiración es convertirse en una referencia dentro de esta necesidad específica de las empresas.
Por su parte, Ana Lamata (“ANALAMATA.COM”), ya ha puesto en marcha una web dedicada a la venta de sombreros diseñados por ella misma. Es historiadora del arte y se dedica desde niña al coleccionismo de sombreros antiguos. Tras un proyecto expositivo sobre historia de la moda, decidió dar el paso de vender sólo a amigos y familiares a convertirse en una, todavía, incipiente empresaria.
En el debate tras las presentaciones, surgió la estimulante pregunta de hasta qué punto es importante el ganar dinero para los más jóvenes, y la idea general que imperó es que, haciendo lo que a uno le gusta y le apasiona, el dinero llega. Se valora más la ilusión y la gratificación personal que genera el trabajo, antes que ganar mucho dinero. Aunque también se oyeron voces discrepantes, en el sentido de que es necesario mantener una ambición alta para que los logros se posibiliten.
Nuestra presidenta Dña. Sara Navarro compartió una de las ideas más bonitas y emotivas de la velada, al decir que muchas grandes ideas de negocio han surgido de aquello que nos hacía ilusión cuando éramos niñas. Y es que además de cualidades como talento, personalidad y determinación, nunca debemos dejar de cuidar y potenciar a nuestra niña interior.
Otro apunte interesante que surgió es que, en el camino del emprendimiento, es muy importante enfrentarse al miedo a lo nuevo, romper con lo que nos encadena a hacer las cosas siempre de la misma manera y adoptar un pensamiento divergente. Cambiar el ángulo habitual con una perspectiva “fuera de la caja” puede ser la clave del éxito.
Como conclusión de la intensa velada, llegamos al consenso de que, además de las ideas y de la pasión por lo que uno hace, es fundamental el trabajo duro. Y en ese sentido se apunta una directriz de futuro para AMMDE, con el proyecto de crear un madrinazgo desde las empresarias y directivas más experimentadas, hacia las que necesitan ayuda en sus comienzos.