AMMDE

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Javier Monzón, Presidente de INDRA, ofreció una charla muy interesante en el desayuno que CEDE (Confederación Española de Directivos y Ejecutivos) realizó el pasado martes 23 de septiembre. Sara Navarro, Presidenta de AMMDE, nos ofrece un resumen de sus palabras.

La asignatura pendiente en España es la industrialización, pero necesitamos un cambio de enfoque. Sin empresario, no hay empresa; sin directivos con capacidad de liderazgo, no hay equipos; y sin una identificación entre los objetivos de los empresarios y de sus directivos, no hay crecimiento posible.

En los últimos tiempos se ha dado demasiada importancia a la parte financiera, pero ahora las empresas se encuentran en un momento de cambio profundo, con una responsabilidad que va más allá de lo puramente económico para extenderse hacia un proyecto de vida integral y de desarrollo personal de los trabajadores que la integran. Lo que ha de buscarse dentro de las empresas es un entorno de satisfacción, donde todos los integrantes del equipo se vean útiles contribuyendo a un proyecto común, donde se sientan, ¿por qué no decirlo?, felices.

Las tecnologías digitales y de la información han propiciado un proceso imparable que afecta a toda la sociedad, induciendo una nueva forma de vivir, un modo distinto de relacionarnos y de actuar en la sociedad. Pero las formas que adopta la digitalización crean un mundo vulnerable con nuevos riesgos, mayores de los que hasta ahora estábamos acostumbrados a manejar.

El ciberespacio es una alternativa que requiere nuevos procesos de gestión y mayor control de la seguridad, ya que es un escenario en el que los ataques son cada vez más sofisticados y pueden tener orígenes diversos. Los modos de acceder al mundo cibernético se multiplican día a día, y nos encontramos con la dura constatación de que es imposible protegerlo todo. Por ello, hay que trabajar en dos frentes: seleccionar qué se defiende y concienciar mucho a los consumidores.

Por ello es muy importante que los países, a nivel político, planteen sistemas de protección y desplieguen de forma continuada campañas de información y educación para los consumidores.

Es un sector multidisciplinario, en el que cambian las dinámicas de relación entre empresas grandes y pequeñas, entre lo privado y lo público, e incluso entre países. Se impone, pues, una nueva manera de hacer las cosas.

Ante este escenario, se nos ofrecen diversas opciones:

– A nivel personal, convertirnos en un usuario avanzado de estos cambios e innovaciones.

– A nivel político, los gobiernos de los distintos países ya están apostando también por generar ese tejido tecnológico e innovador.

Para conseguirlo, son necesarios determinados requisitos:

– Demanda temprana y sostenida en el tiempo de estas tecnologías.

– Que haya recursos humanos y talento para volcarlo al tejido empresarial.

– Que haya estructura industrial capaz de sostener en el tiempo la innovación y que ésta esté pensada para ser global desde el principio.

En España tenemos elementos suficientes para poder subirnos al carro de la seguridad tecnológica: somos excelentes en organización de infraestructura, en servicios clave como la financiación o la sanidad, y líderes en profesionales de ingeniería e informática. También hay puntos débiles, como la enseñanza, pero contamos con muchas nuevas empresas de gestión y creación de talento.

Estamos en un momento clave, y a la vez muy bonito, en el que debemos apostar por el talento, la creatividad y el empuje empresarial, siempre desde el optimismo y con una visión de futuro a largo plazo.

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De izquierda a derecha, Ana Bujaldón y Sara Navarro, Vicepresidenta y Presidenta de AMMDE.
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De izquierda a derecha, Ana Bujaldón, Vicepresidenta de AMMDE, y Eulàlia Flò, Vocal de la Junta Directiva.