El pasado 10 de julio celebramos nuestro tradicional Té de Verano en la terraza del Wellington. Un nutrido grupo de socias y simpatizantes de AMMDE se reunieron para despedir un primer semestre de fructífero trabajo y para desearse unas felices y merecidas vacaciones. Como siempre la #SociaAMMDE Beatriz Parreño, Diseñadora de Tés, preparó una original y deliciosa mezcla para la ocasión, esta vez con el azafrán y el caramelo francés como ingredientes principales.
Sara Navarro, Presidenta de AMMDE, en sus palabras de bienvenida quiso “agradecer a todas las socias vuestro apoyo y aportaciones a la Asociación, sin vosotras AMMDE no existiría y, como sabéis, nuestra labor sigue siendo sumamente importante y necesaria. A las simpatizantes quiero animaros a que os unáis a esta extraordinaria red de mujeres, en la que todas SUMAMOS PARA GANAR con el objetivo de que no se pierda el 50% del talento de la sociedad”.
Precisamente con el talento como hilo conductor, la Presidenta dio paso a la invitada de honor, que este año fue Lourdes López, Country Manager de la multinacional BECTON DICKINSON para España y Portugal, y también #SociaAMMDE. Autora de varios libros sobre liderazgo femenino, el último de ellos “Como sirena en el agua”, Lourdes nos desveló algunas claves de su reflexión en torno a los estereotipos vinculados al rol femenino. Recordó que en su primera entrevista de trabajo le preguntaron sobre cuestiones familiares y, por si eso fuera poco, después de la entrevista le recomendaron no usar la expresión “me encanta”, porque no sonaba muy profesional… Esa fue su primera señal de alarma sobre los condicionantes por los que se ven influidas las mujeres en el desarrollo de su vida laboral.
Viendo fotos de su primeros años de carrera profesional, se dio cuenta también de su forma de vestir, que era muy sobria y hasta “masculinizada”. Así fue consciente de otro condicionante respecto a qué se espera, o cómo debe ser una mujer que se mueve en los altos niveles ejecutivos de una corporación. Más adelante, como única mujer directiva y viviendo en un país de Latinoamérica, percibió una presión aún más intensa sobre el estereotipo femenino.
Llegó un momento en que Lourdes se dio cuenta de que se había masculinizado, pero la pasión y la creatividad vienen de la polaridad. Es decir, ante un proceso de resolución de problemas o de toma de decisiones, cuantas más ideas y enfoques distintos intervengan, es mucho mejor, se gana en eficiencia e innovación. Por eso es importante no perder el lado femenino. Está claro que desde el punto de vista evolutivo y neurobiológico, el cerebro de las mujeres y de los hombres es distinto. En las mujeres, la parte que conecta los dos hemisferios tiene muchas más conexiones. Y el área cerebral donde residen la empatía, la intuición, es de mayor tamaño en el cerebro de la mujer. Su propuesta es recuperar “la neurobiología femenina” e integrarla en el modelo de liderazgo.
Para Lourdes, los millennials y aun más la Generación Z, están más enfocados hacia la diversidad y la inclusión, y eso se adapta mejor a lo femenino. Como conclusión, nuestra invitada afirma estar convencida de que el futuro pasa por integrar lo masculino y lo femenino. Y sobre todo por alejarnos de los convencionalismos… Si una persona está centrada en lo que piensan los demás, será incapaz de generar confianza, porque se percibe que hay una desconexión entre lo que manifiesta verbalmente y la actitud que subyace. Por ello, integración, aceptación de la diversidad y autenticidad son las semillas con las que sembrar un fértil campo de felicidad y autorrealización tanto en lo profesional como en lo personal.
Tras estas inspiradoras reflexiones, las asistentes se presentaron brevemente y formularon varias preguntas a Lourdes, para terminar brindando con una copa de cava que puso el broche de oro a este festivo y entrañable encuentro.